Ratas del tamaño de entre 30 y 60 centímetros de largo, que es el largo de un gato han sido atrapadas en Londres y no son casos aislados. Los roedores son demasiado grandes y las trampas tradicionales son absolutamente inútiles contra ellos y el otro problema son casi inmunes a los venenos.
La Asociación Británica para el Control de las Plagas (BPCA) advierte que el invierno podría hacer más frecuente el encuentro de los ciudadanos con estos roedores, ya que estos últimos tratarán de refugiarse del frío en casas y otros inmuebles. Además, los expertos alertan que por el cambio de clima las ratas gigantes podrían aumentar su población hasta en 200 millones de ejemplares.
“A las ratas normales se las ha ido exterminado con veneno, pero están siendo reemplazadas por especies resistentes a él. Lógicamente su número está aumentando y pueden convertirse en un gran riesgo para la salud de la población, si no se controla”, Simon Forrester, Director ejecutivo de BPCA
Este espécimen fue capturado en marzo del 2016 y pesa un poco más de 11 kilogramos