7/12/10

Los ahogamientos

Ahogamientos

DATOS Y CIFRAS

  • Los ahogamientos son la tercera causa de muerte por traumatismo no intencional en el mundo y suponen un 7% de todas las muertes relacionadas con traumatismos.
  • Se calcula que en el mundo mueren cada año por ahogamiento 388 000 personas.
  • Es posible que las estimaciones mundiales subestimen notablemente la magnitud real del problema de salud pública que suponen los ahogamientos.
  • El riesgo de ahogamiento es mayor en niños, varones y personas con fácil acceso al agua.
"Ahogamiento" se define como el proceso de sufrir dificultades respiratorias por sumersión/inmersión en un líquido, con resultados que se clasifican en: muerte, morbilidad y no morbilidad.

Alcance del problema

En 2004, según las estimaciones, murieron por ahogamiento 388 000 personas, lo que hace de ello un gran problema de salud pública en todo el mundo. Los traumatismos suponen cerca de un 10% de la mortalidad mundial total, y el ahogamiento, que es la tercera causa más importante de mortalidad por traumatismo no intencional, representa un 7% de todas las muertes relacionadas con traumatismos.
Todas las economías y regiones del mundo sufren mortalidad por ahogamiento y soportan la correspondiente carga, aunque:
  • en los países de ingresos bajos y medios se concentra el 96% de las muertes por ahogamiento no intencional;
  • más del 60% de los ahogamientos del mundo se producen en las regiones del Pacífico Occidental y de Asia Sudoriental;
  • los índices de muerte por ahogamiento alcanzan su máximo en la Región de África, donde multiplican por más de ocho los de Australia o los Estados Unidos de América (EE.UU.);
  • China y la India presentan índices especialmente altos de muerte por ahogamiento: entre ambos concentran el 43% de la mortalidad mundial por esta causa y el 41% del total mundial de AVAD (años de vida ajustados en función de la discapacidad)1 perdidos a resultas de ahogamientos.
Aunque los datos son escasos, varios estudios contienen información sobre las consecuencias económicas de los ahogamientos. En los EE.UU., un 45% de las personas muertas por ahogamiento forma parte del segmento económicamente más activo de la población. Sólo en este país, los ahogamientos en aguas litorales entrañan costos directos e indirectos por valor de US$ 273 millones al año. En Australia y el Canadá, el costo total de los traumatismos por ahogamiento es, respectivamente, de US$ 85,5 millones y US$ 173 millones al año.
Existe un amplio margen de incertidumbre en torno a la estimación de la mortalidad por ahogamiento en el mundo. Es importante señalar que, a escala mundial, el problema es mucho mayor de lo que parecen indicar las cifras expuestas más arriba. Dada la forma en que se clasifican los datos, las cifras mundiales excluyen los casos de ahogamiento debido a inundaciones (cataclismos) o a percances en la navegación de recreo o el transporte acuático. En muchos países las estadísticas sobre casos no fatales de ahogamiento son difíciles de conseguir o poco fiables.

¿Qué personas están expuestas?

Edad

La edad es uno de los principales factores de riesgo, vinculado en general a lapsos de inatención en la supervisión de un niño. Los menores de 5 años suelen presentar los mayores índices de mortalidad por ahogamiento en todo el mundo, con la única excepción del Canadá y Nueva Zelandia, donde la tasa más alta se da en los varones adultos.
Especialmente elocuentes son las estadísticas sobre ahogamientos de niños en algunos países:
  • Australia: en los niños de 1 a 3 años, el ahogamiento es la primera causa de muerte por traumatismo no intencional.
  • Bangladesh: el ahogamiento es la causa del 20% de todas las defunciones de niños de 1 a 4 años de edad.
  • China: el ahogamiento es la primera causa de muerte por traumatismo entre 1 y 14 años de edad.
  • EE.UU.: el ahogamiento es la segunda causa de muerte por traumatismo no intencional entre 1 y 14 años de edad.

Sexo

Los varones, con un índice global de mortalidad que duplica el femenino, están especialmente expuestos al riesgo de ahogamiento. También tienen más probabilidades que las mujeres de ser hospitalizados por un episodio de ahogamiento no mortal. Los estudios indican que ello se debe a una mayor exposición al agua y a prácticas más arriesgadas, como los baños en solitario, a veces tras consumir alcohol, o la navegación.

Acceso al agua

Tener mayor acceso al agua es otro factor de riesgo. Las personas que se dedican a la pesca, ya sea industrial o de subsistencia, tanto más si utilizan botes pequeños, como ocurre en los países de ingresos bajos, están más expuestas al ahogamiento. Los niños que viven cerca de puntos o cursos de agua al aire libre (acequias, estanques, canales de irrigación, piscinas…) corren especial peligro.

Otros factores de riesgo

Existen otros factores vinculados a un mayor riesgo de ahogamiento, por ejemplo:
  • en muchos países el riesgo puede guardar relación con una mala situación socioeconómica, la pertenencia a una minoría étnica, la falta de educación superior o el hecho de vivir en un medio rural;
  • el hecho de dejar a un lactante desatendido o con otro niño en la bañera;
  • barcos poco seguros o sobrecargados de pasajeros, carentes de dispositivos flotantes;
  • consumo de alcohol cerca o dentro del agua;
  • ciertas enfermedades, como la epilepsia;
  • inundaciones y otros sucesos cataclísmicos, como los maremotos.

Prevención

Toda estrategia de prevención de los ahogamientos debe ser integral y comprender lo siguiente: métodos de ingeniería que ayuden a eliminar el peligro; legislación para hacer cumplir las medidas preventivas y reducir la exposición; pedagogía dirigida a personas y comunidades para que sean más conscientes del riesgo y sepan cómo reaccionar ante un caso de ahogamiento; y priorización de las investigaciones e iniciativas de salud pública para determinar con más precisión la carga mundial de ahogamientos y estudiar intervenciones preventivas.
Los métodos de ingeniería para eliminar la exposición a peligros acuáticos son la estrategia de prevención más eficaz. Se trata básicamente de drenar las acumulaciones innecesarias de agua o de modificar el medio físico para crear barreras frente a las masas de agua al aire libre. Por ejemplo:
  • concebir y realizar sistemas seguros de gestión de las aguas, por ejemplo de desagüe o canalización, o taludes de contención en zonas expuestas a inundaciones;
  • vallar el perímetro de charcas o piscinas para impedir el paso a las aguas estancadas;
  • crear y mantener zonas acuáticas seguras para usos recreativos;
  • cubrir pozos y cisternas abiertas;
  • vaciar baldes y bañeras y mantenerlos boca abajo.
La legislación también puede formar parte de las estrategias de prevención. Por ejemplo, la obligatoriedad de vallar el perímetro de charcas o piscinas puede reducir el riesgo de ahogamiento. Sin embargo, en este terreno las leyes y reglas no bastan. En general, para lograr una reducción efectiva de los índices de ahogamiento también hay que velar por el debido cumplimiento de las reglas y verificar los sistemas de vallado.
Hay otras leyes y reglas que inciden en los factores de riesgo de ahogamiento, pero sobre cuya eficacia aún no hay datos lo bastante fehacientes, como las que exigen controles de seguridad periódicos de los barcos de transporte o las que regulan el consumo de alcohol al navegar o bañarse. Una buena medida de prevención, sin embargo, es la de dotar a las embarcaciones de flotadores individuales adecuados y bien adaptados.
La pedagogía individual y colectiva sobre el peligro de ahogamiento, los factores de riesgo y las técnicas de supervivencia en el agua parece una estrategia de prevención prometedora, al igual que la de garantizar la presencia de socorristas en las zonas de baño.
Garantizar una intervención inmediata con técnicas de reanimación, y para ello capacitar mejor a los socorristas para que puedan dispensar primeros auxilios en caso de ahogamiento, puede hacer que las consecuencias revistan menor gravedad.
Otras estrategias sobre las que actualmente no hay pruebas suficientes y que por ende hay que investigar más a fondo son las siguientes:
  • programas para aprender a nadar, en las escuelas y para adultos;
  • supervisión de los niños en casa y fuera de ella y creación de grupos de padres (u otros sistemas de guarda de niños) en comunidades rurales, sobre todo en el momento de la cosecha;
  • educación de los niños para que no entren en zonas de fuerte corriente ni se bañen solos.

Respuesta de la OMS

Es esencial otorgar prioridad a las investigaciones e iniciativas de salud pública para determinar los factores de riesgo y la carga que suponen los ahogamientos en todo el mundo. Hay que establecer objetivos claros, como cuantificar la magnitud del problema, definir los grupos de población vulnerables, los riesgos y los niveles de exposición o reforzar los servicios de urgencias, y a la vez centrar las medidas de prevención y sensibilización en los colectivos más afectados.

Para más información:

OMS Centro de prensa
Tel.: +41 22 791 2222

1 El año de vida ajustado en función de la discapacidad (AVAD) hace extensivo el concepto de años de vida perdidos por muerte prematura al equivalente en años de vida “saludable” perdidos a causa de una discapacidad o un problema de salud.

1 comentario:

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